Desde este 1 de julio, las aerolíneas y las compañías navieras han impuesto una nueva política sobre las cancelaciones de carga internacional.

Esto surge debido los recientes cambios en la industria logística, suscitados en su gran mayoría por la pandemia de COVID-19 que comenzó en el 2020, en la que las compañías de transporte internacional tomaron una serie de decisiones para evitar más pérdidas de dinero en la prestación de sus servicios.

En este sentido, surge una nueva política orientada a equilibrar los altos costes que implican las cancelaciones, por cuanto las compañías alegan que cuando una carga es cancelada antes del tiempo de corte, el espacio destinado a su almacenamiento se pierde generando así un gran impacto financiero para las transportistas.

A partir de ahora, las cancelaciones entre las 48 horas para carga perecedera, y las 24 horas para todo tipo de carga, generarán una alerta en primera instancia al remitente. Si sucede una segunda cancelación durante el mes calendario, será impuesto al negocio que envía un fee del 20% del valor total de la carga.

Esta nueva política aplica para los “no-show shipments” cuyo peso supere los 1000 kilogramos.

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